La resistencia de los países ricos a reducir las subvenciones a sus agricultores es uno de los más agudos motivos de discordia en el comercio internacional, como se ha visto en la reciente conferencia ministerial de la OMC en Cancún (cfr. servicio 115/03). Sin embargo, ya hubo un país de la OCDE que lo hizo hace casi veinte años, Nueva Zelanda. Y con éxito para los agricultores. Lo cuenta en Le Monde (11 septiembre 2003) su enviado especial Frédéric Therin.