Un presupuesto millonario malgastado en una historia mal iniciada y peor desarrollada con un guión muy flojo y unos actores con más músculo que talento.
Uno de los episodios más heroicos del catolicismo mexicano es la llamada guerra de los cristeros (1926-1929), evocada ahora en una película y en libros recién editados.
Un retrato de la maduración afectiva y vital de cinco jóvenes neoyorkinos. Una sitcom de éxito, con un sentido del humor optimista, emparentada con la inevitable Friends.