Tras una noche de jarana, Julio y Julia se despiertan en el apartamento madrileño de ella. No se acuerdan el uno del otro: tan bebidos debían de andar en la gran juerga. Constatan preocupados que los teléfonos, la tele, Internet no funcionan, y que desde la ventana se vislumbra una gigantesca nave extraterrestre. Las autoridades recomiendan que no se salga
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