Jeffrey Sachs, Director del Centre for International Development y profesor en la Universidad de Harvard, escribe en The Economist (14-07-01) a favor de una mayor ayuda a los países en vías de desarrollo por parte de los Estados más ricos en general y, en concreto, por los Estados Unidos de América. Aun bajo el aire de un análisis presidido por ese egoísmo ilustrado al que tan aficionados son algunos americanos, el análisis de Sachs no deja de tener interés y sentido práctico al señalar de qué modo la pobreza de otros países puede traer complicaciones para quienes viven en la prosperidad.