La historia de un joven, brillante graduado en la Universidad, que abandona todo para vivir a la manera primitiva en Alaska, mal contada y demasiado larga.
La historia de un hombre que queda totalmente paralítico sirve para abordar grandes temas como el sufrimiento, la atención a los enfermos o el sentido de la vida.
Extraordinaria película de los hermanos Joel y Ethan Coen, quizá la mejor de su filmografía, y prueba de la madurez que han alcanzado. En la obra, adaptada de Cormac McCarthy, han encontrado temas y tipos con los que identificarse.
Junto a las estatuas de Buda que destruyeron los talibanes, una niña afgana es protagonista de una historia que sirve de denuncia contra el fundamentalismo de aquel régimen.
Adaptación de un libro de Karen Joy Fowler que subraya la vigencia del legado Austen por la finura para captar los pliegues de la psicología humana, masculina y femenina.
Esta historia, sobre un aventurero que busca petróleo en California a fines del siglo XIX, es fascinante aunque se hace larga. Siendo una película dura, resulta notable la atención la contención de Anderson, que no cede a estridencias innecesarias.
Comedia amable en que Jack Nicholson y Morgan Freeman interpretan a dos hombres muy distintos a los que queda un año de vida y deciden compartir una lista de cosas que hacer antes de morir.
Indigesto cóctel de realismo sucio al estilo de Hijos de los hombres, crítica del cientifismo y la manipulación genética a lo Gattaca, efectismos visuales a lo Matrix, expresionismo vampírico a lo Underworld y misticismo esotérico anticatólico como en El Código Da Vinci.
En esta película, basada en la novela del argentino Guillermo Martínez, Álex de la Iglesia es incapaz de controlar su tendencia al histrionismo, mezclando géneros y enmarañando el nudo de la trama.
El intento de adaptar al cine la novela de Garía Márquez no logra recoger ni su realismo mágico ni su desmesura melodramática. Y eso a pesar del extraordinario equipo que ha hecho esta película.