Han pasado unos años desde que Los Cuatro Jinetes (Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Dave Franco y Lizzy Caplan) se hicieron famosos en la primera película. Han logrado pasar inadvertidos todo este tiempo, pero ahora deben volver a salir a la luz, para denunciar la amenaza que representa un magnate, un mago de la moderna tecnología, un súper Steve Jobs a quien da vida Daniel Radcliffe. Durante su nueva actuación, los jinetes descubren que les han tendido una trampa mortal, y para librarse, el agente Dylan Rhodes (Mark Ruffalo) tendrá que pedir ayuda a su archienemigo Thaddeus Bradley, a quien él metió entre rejas.
Reconozco que la primera entrega de esta nueva saga me resultó encantadora, y que he conocido a varios jóvenes magos que me aseguraron que fue esta película la que les llevó a esa vía profesional. La nueva película tiene dos diferencias respecto a la primera: la mujer del grupo es Luzzy Caplan, y suple con creces a la original; el director es diferente: John M. Chu lleva años rodando musicales.
La nueva película tiene el mismo guionista, que comete el error de querer hacerlo mejor que en la película anterior, aquello de más difícil todavía, y resulta innecesariamente agotador: misiones, engaños, contraengaños, más engaños todavía, ahora imitamos Misión: Imposible, luego otra película… y se olvida de que la gracia de Ahora me ves estaba en sus personajes ejerciendo de magos, y no en un nuevo equipo de agentes secretos intentando superar a 007 o a cualquier otro.
Los actores son buenos y, a la postre, el filme resulta entretenido, pero del montón, y con menos gracia que su predecesor. Esperemos que la próxima entrega, que ya están rodando, recupere la frescura del original.
