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Ed Solomon
La segunda película de los ilusionistas es entretenida, pero se enreda en un “más difícil todavía” que le quita la frescura del original.
Un grupo de ilusionistas son sospechosos de un robo; la policía los investiga con ayuda de otro mago. Mucho truco espectacular, mientras las historias humanas y el excelente reparto apenas se explotan.

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