León de Aranoa es fiel a sus constantes cinematográficas: mira a seres humanos concretos y sus problemas, y de ahí extrae una pesimista radiografía social del momento.
Gran trabajo de los actores en esta historia, cruda y de desarrollo un tanto forzado, de un joven viudo que intenta ser también madre para su hija de cuatro años.
El director y el productor de La búsqueda insisten en su línea de películas vistosas de aventuras para todos los públicos, con guiones sencillos, tanto que a veces son simples.