Buried (Enterrado)

Esta película es, por encima de todo, un reto técnico y narrativo. Que no sea la primera vez que se hacen experimentos de este tipo no resta mérito a esta producción, dirigida por el español Rodrigo Cortés (Concursante). Si en películas como Náufragos o La soga, de Hitchcock, el desafío era rodar en un solo decorado, la novedad de Buried es que este decorado es una caja con forma de ataúd. Todo sucede dentro, y con la presencia de un solo actor.

Paul Conroy es un camionero americano contratado para hacer unos transportes en Irak en 2006. Su convoy es atacado por unos insurgentes, y Paul es secuestrado, golpeado y enterrado en un ataúd con un mechero y un móvil. Piden por él 5 millones de dólares. El plazo es 90 minutos, exactamente lo que dura la película.

Es muy interesante comprobar cómo se saca todo el jugo posible a la cámara y al guión para ofrecer toda una paleta de emociones y situaciones, y no decaer en ningún momento. Detrás de las piruetas formales del film yace una dura crítica a la burocracia, a los medios de comunicación, a la deshumanización de la empresa y la política, y se desprende un claustrofóbico nihilismo, que va haciéndose más insoportable a medida que pasa el tiempo.

Al no ver más que a un personaje, el espectador tiene que poner en juego toda su imaginación: poner rostro a las voces del móvil, figurarse las gestiones de su liberación, incluso reconstruir la vida familiar y afectiva del protagonista. En ese microcosmos de madera, el director va a crear momentos de aventura, de tensión dialéctica, de terror, de romance, e incluso de comedia -negra-. El film no está exento de errores, especialmente de verosimilitud en algunos detalles, pero prevalecen los aciertos. No es una película para cualquiera: es muy angustiosa, muy deprimente, y no deja resquicio a la esperanza.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.