Esta agradable pero corrientita dramedia está bien para pasar el rato, pero no merece tantas candidaturas a los Oscar. Al final se llevó solo el de actriz principal, para Jennifer Lawrence.
Un amable homenaje a los videojuegos, con un planteamiento similar al de "Toy Story": los personajes de las consolas tienen vida propia cuando no están los humanos.
La película triunfadora en el Festival de San Sebastián juega con la realidad y la ficción literaria en un relato hábil, con un componente sexual retorcido y enfermizo.
Las joyas de Eva Perón, Carmen Polo de Franco y un robo organizado por peronistas componen una comedia que al final abandona bruscamente el tono amable que traía.
Película coral, con muchas tramas amorosas, pero con un tono menos cínico que otras veces, aunque tremendamente irónico, hedonista e incidentalmente soez.
Gran trabajo de Pixar, el mejor hasta ahora en la técnica de animación, que se ha llevado el Oscar, aunque el guion no es tan redondo como los de las obras maestras de esta productora.
Con toneladas de nostalgia y reiterativas bromas sexuales, la película pinta a los numerosos miembros de un clan familiar post-generación del 68, y traba bien las anécdotas que configuran la historia.