La amistad entre dos barrenderas sirve para presentar con acierto el desconcierto de unas personas con pocos referentes morales ante situaciones duras que no tienen respuesta fácil.
La historia es lo de menos: lo que importa son las canciones, muy bien interpretadas y coreografiadas. Mamma mia! no es una buena película, pero es un entretenidísimo musical.
Un profesor de jiu-jitsu y dueño de un gimnasio, donde entrena a policías y guardaespaldas, se enfrenta solo a un mundo corrupto. Mamet sirve un guión ágil para un drama sobre la felicidad y los valores.
Un ex agente especial persigue a los que secuestraron a su hija. Buen thriller, sin pretensiones, con abundante acción que, rodada de modo realista, subraya la durísima violencia.
Un hombre que tiene cuanto se pueda desear en la vida, a los 42 años arroja todo por la borda en un estallido de amargura. Becker plantea muchas preguntas e invita al espectador a que las conteste.
La historia tiene lugar en Río de Janeiro, en 1997, con motivo de la visita de Juan Pablo II a las favelas del cerro de Turano. Con este fondo Padilha aborda el tema de la violencia relacionada con la droga en las zonas pobres de Río.
Esta es una película que despoja de todo glamour la vida de dos asesinos que comparten una peculiar amistad mientras llevan a cabo una misión en Brujas.