Mi nombre es Harvey Milk

GÉNEROS,

PÚBLICOAdultos

CLASIFICACIÓNLenguaje soez, Sexo

ESTRENO05/11/2008

Años setenta. Harvey Milk es un gris empleado de una financiera de Nueva York, que conoce al chico de su vida. Tan apasionada es la relación, que deja su trabajo para vivir sin disimulos su homosexualidad. Así que se traslada a San Francisco, adonde confluyen otros muchos gays. Milk tomará conciencia de los problemas de la ciudad, y más específicamente de los homosexuales. Hasta el punto de pugnar tenazmente para ser elegido concejal.

Película basada en hechos reales, narrados ya en 1984 en el oscarizado documental The Times of Harvey Milk. La idea es dramatizar esos hechos en una superproducción militante, con la doble meta no oculta de abogar por los derechos de los homosexuales y llegar a un público más amplio. El film arranca con la noticia del asesinato de Milk y de George Moscone, alcalde de San Francisco, para mostrar en flash-back los años de activismo político del primero.

El director de títulos tan brillantes como Todo por un sueño y Elephant entrega una película de hechuras clásicas, formalmente en la línea de El indomable Will Hunting y Descubriendo a Forrester, alejada de los minoritarios títulos gay Mala noche y Mi Idaho privado.

En cierto momento Milk explica que al dirigirse a un público heterosexual comienza bromeando, para romper el hielo; cabría decir que el también homosexual Van Sant hace lo mismo: se inclina por un tratamiento estético y narrativo que no produzca rechazo en el espectador, sino que sirva, al contrario, para ganárselo. Es una aproximación didáctica, donde todo se explica en términos de lucha por los derechos civiles. Recuerda a Philadelphia, aunque los tiempos cambian, y ciertos puntos de vista se defienden con menos tapujos.

Van Sant evita el choque frontal con los que consideran inmoral el ejercicio de la homosexualidad -aunque un par de veces subraya que nada malo hay en ello- y centra el tiro en las discriminaciones laborales por la orientación sexual, y en mostrar a los distintos personajes como tipos humanos, con los que se puede empatizar, algo a lo que ayuda el estupendo reparto, empezando por Sean Penn.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.