“Birdman”, de Alejandro González Iñárritu, ha sido la gran ganadora de los Oscar, en una edición con otras candidatas de muy buena calidad y premios muy repartidos.
Esta especie de “precuela” de “Batman”, centrada no en el superhéroe, sino en el policía James Gordon, tiene mucho potencial para la ficción y el entretenimiento, aunque aún no lo ha explotado del todo.
Sin efectismos y con tono sereno se describen los esfuerzos de un fiscal alemán que en 1958 intenta llevar a juicio a culpables de atrocidades cometidas en Auschwitz.