Nueva y apasionante entrega de la saga escrita por C.S. Lewis. Aunque la historia original es un relato fantástico, en la película se opta por un inteligente realismo.
Adaptación del viejo bestseller de Dominique Lapierre y Larry Collins en torno al nacimiento del Estado de Israel. El resultado es digno, pero se nota que el presupuesto era corto.
La serie de televisión sobre cuatro solteras que rondaban los cuarenta y vivían obsesionadas con la moda, el amor y el sexo, adquiere ahora el formato de película sin mayor aliciente que saber si la protagonista se casa o no.
Aleksandr Sokurov (El arca rusa) filma una historia inquietante e incómoda sobre una abuela que viaja a Chechenia para visitar a su nieto, oficial ruso.
A Darabont le gusta King. Primero fue “Cadena perpetua”, luego “La milla verde”, y ahora una niebla maligna que cerca un pequeño pueblo de Maine. Entretenido cine de terror.
Tras unos años de vacas flacas, el que fuera gurú del cine “indie” retoma los personajes de su mejor película, Henry Fool, para darse una segunda oportunidad.
Spielberg sigue fiel al estilo de la saga en la cuarta entrega, una película espectacular y entretenida, aunque menos airosa que la primera y la tercera.
No se trata de una película entre tantas que cuestionan la moralidad de la intervención norteamericana en Irak, sino de una road movie sobre un padre que viaja con sus hijas desde Illinois hasta Florida para darse y darles tiempo antes de asumir que Grace, la mujer de él y madre de ellas, ha muerto.
Típica historia acerca del Holocausto y sus consecuencias, pintada a través de unos personajes traumatizados pero sostenida por un gran reparto que ayuda a hacer creíble lo que resulta bastante inverosímil.