Esta crónica de un escándalo periodístico da voz a los dos bandos y destaca el valor de la profesionalidad, el espíritu de servicio público y el amor a la verdad.
Woody Allen vuelve a explorar la condición humana, ahora a través de un profesor de filosofía desencantado de la vida que de repente se entusiasma con una causa.
Un psicólogo ayuda a un hombre a sacar a la superficie los recuerdos reprimidos de un crimen inconfesable. Gruesos brochazos ideológicos y el recurso artificioso a pistas falsas lastran el argumento.
El director se pone al volante de un taxi y filma a los clientes. Con esta pequeña joya demuestra que con poco se puede hacer mucho, si hay algo que contar.
En la persona de un hombre forzado a huir, con su familia, de la guerra de Corea, el director dedica un homenaje a tantos padres anónimos que gastan la vida por los suyos.