La imagen de Juan Pablo II es la de un anciano a punto de cumplir 83 años, cansado y sufriente. Cada aparición pública despierta tanta admiración por su coraje como piedad por su debilidad. ¿Por qué continúa? ¿No sería mejor que dimitiera? Si está mandado que los obispos presenten su renuncia al Papa a los 75 años, ¿no sería oportuno que el Obispo de Roma siguiera el mismo criterio?
A principios de 2002 las revelaciones sobre abusos sexuales del clero crearon la mayor crisis que ha sufrido la Iglesia católica en Estados Unidos. En medio de la avalancha informativa, los hechos reales se mezclaban con las impresiones aventuradas, mientras que otros aspectos quedaban en la sombra. Por eso es clarificador el libro El coraje de ser católico, escrito por George Weigel.