·

Muere Augustin Navratil, luchador por la libertad religiosa en la Checoslovaquia comunista

publicado
DURACIÓN LECTURA: 1min.

El 2 de mayo falleció en Lutopecny, una pequeña aldea de Moravia (República Checa), Augustin Navratil, de 74 años, católico que se hizo famoso en el país por su lucha en defensa de la libertad religiosa frente al régimen comunista. Navratil, agricultor, padre de nueve hijos, comenzó su acción en este terreno en 1975 y fue perseguido por las autoridades comunistas. En cuatro ocasiones, a lo largo de diez años, pasó largas temporadas confinado en manicomios.

En 1987, Navratil redactó un manifiesto de 31 puntos para solicitar de las autoridades la libertad religiosa. El manifiesto, apoyado por el cardenal arzobispo de Praga Frantisek Tomasek, fue ampliamente difundido. En septiembre de 1988 se habían adherido al manifiesto 600.000 personas. Ese mismo año, 250.000 peregrinos acudieron al santuario mariano de Levoca, en Eslovaquia. La petición se consideró en su día como uno de los factores que más contribuyeron a que el régimen comunista hiciera algunas concesiones, como la autorización para el nombramiento -por primera vez desde 1973- de tres obispos.

El Papa Juan Pablo II describió el estado de Checoslovaquia en aquella época como «una situación triste que no tiene parangón en ningún otro país de tradición cristiana». El arzobispo de Olomuc, Jan Graubner, celebró el funeral de Navratil, que fue galardonado el pasado 1 de mayo con el Henderson Prize for the Advancement of Liberty, junto con otras personalidades y organizaciones checas.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.