Un caso que podría haber firmado Agatha Christie: goteo de asesinatos dentro de un avión en vuelo; todos parecen sospechosos. Buen trabajo de Liam Neeson.
Un detective que investiga entrando en los recuerdos de los clientes protagoniza este buen “thriller” psicológico, rodado con algunos errores de principiante.
Esta película sobre WikiLeaks no es brillante, pero está bien contada y tiene el acierto de no centrarse en la polémica en torno a Assange, sino en lo que supone Internet para el acceso a la información.
Inspirada en el caso del doctor Mengele escondido en Argentina, la directora logra un ambiente inquietante de intriga, aunque no saca todo el partido dramático que la historia podía dar.
Obra maestra, que pone los mejores recursos técnicos de la ciencia-ficción al servicio de una gran historia, la de una madre aturdida por el sufrimiento. Merecido Oscar al director, Alfonso Cuarón.
Nuevo drama futurista del director de "District 9", que repite reflexiones sobre el racismo o la discriminación, pero resulta muy inferior a la primera película.
El hipnotismo a un chico, único superviviente de la matanza de su familia, centra una historia compleja y artificiosa, que se sostiene gracias al buen trabajo del director y de los intérpretes.
Una detective se infiltra en una organización ecologista violenta. Los desmanes de los ecoterroristas y los abusos de las grandes empresas contra las que combaten dan lugar a difíciles dilemas.
Un grupo de ilusionistas son sospechosos de un robo; la policía los investiga con ayuda de otro mago. Mucho truco espectacular, mientras las historias humanas y el excelente reparto apenas se explotan.