En “Happy End”, Michael Haneke continúa tratando el suicidio y el suicidio asistido con medios fílmicos similares a los empleados en sus anteriores películas.
Una comedia familiar amable y animante, con su dosis de crítica social, protagonizada por un padre inasequible al desaliento, que hace todo lo que puede para sacar adelante a los suyos.
El caso de una directiva que aspira a la presidencia de una gran empresa plantea, sin maniqueísmo, un debate necesario sobre igualdad, feminismo y cuotas.
Una historia de superación tras un accidente, en la que destaca sobre todo la estructura narrativa y las sobresalientes actuaciones de los principales protagonistas.
Dos excombatientes de la Gran Guerra sobreviven malamente a la desmovilización e idean una gran estafa, no sólo por conseguir dinero, sino para vengarse de una sociedad injusta y cruel.
Javier Fesser rueda su mejor película, aun con imperfecciones: una comedia divertidísima y emotiva centrada en un grupo de discapacitados intelectuales.