La pandemia ha frenado el acceso a estudios superiores y ha multiplicado los abandonos, pero a la vez ha sido la oportunidad de ampliar el acceso a internet y la educación a distancia.
Cuando se pregunta a los implicados –padres, alumnos, profesores–, la mayoría subraya que la asignatura también inculca responsabilidad cívica y social.
El sector sostiene que el proyecto penaliza la iniciativa social, consolida la desigualdad educativa y merma la capacidad de elección de todas las familias.
Varias iniciativas recomiendan ofrecer clases particulares o en pequeños grupos para los alumnos que se hayan quedado más atrás durante el parón educativo.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Para aceptar las cookies pulse el botón de aceptación. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí.