En distintos países en desarrollo, las escuelas preferidas de los pobres no son las públicas, sino otras surgidas por iniciativa social, que pese a no ser gratuitas y tener menos recursos, dan mejor enseñanza.
El programa de cheque escolar en Washington D.C. puede desaparecer después del próximo curso si prospera el presupuesto aprobado por el Partido Demócrata.
Aunque se esperan muchos cambios de Obama, su primera decisión en Washington ha sido muy tradicional: llevará a sus hijas a una cara y prestigiosa escuela privada.
El cheque escolar nunca es un asunto pacífico en Estados Unidos. El último episodio se ha producido en Washington, donde un nutrido grupo de congresistas demócratas quiere anular el plan que entró en vigor en 2004.
Se dice que la Constitución aprobada en Bolivia por una exigua mayoría en la Asamblea Constituyente pretende reinventar el país en clave indigenista. Pero desde luego no responde en absoluto a esa idea del indígena sobrio en palabras y gestos.
Hong Kong destaca por la calidad de enseñanza, como atestigua el informe PISA. Los secretos del éxito no son evidentes, pero allí las escuelas tienen unas libertades que se echan de menos en países más democráticos.