Mientras los intentos de evitar que la pornografía esté al alcance de menores despiertan protestas en nombre de la libertad de expresión, en los libros de texto se impone de modo solapado una censura políticamente correcta. Un artículo de la agencia Zenit (26 julio 2003) cuenta los hallazgos de un libro que ha analizado este asunto en EE.UU.