En el Ártico, la temperatura puede bajar hasta -70° C. En este desierto helado y hostil alejado de todo, un hombre lucha por sobrevivir. A su alrededor, la inmensidad blanca, y los restos de un avión que le ha servido de refugio, vestigio de un accidente ya muy lejano. Con el tiempo, ha aprendido a luchar contra el frío y las tormentas, a cuidarse de los osos polares y a buscar comida.
John Wick (Keanu Reeves) regresa a la acción, solo que esta vez con una recompensa de 14 millones de dólares sobre su cabeza y con un ejército de mercenarios intentando darle caza. Tras asesinar a uno de los miembros del gremio de asesinos al que pertenecía, Wick es expulsado de la organización, pasando a convertirse en el centro de atención de multitud de asesinos a sueldo que esperan detrás de cada esquina para tratar de deshacerse de él.
Dexter Fletcher (“Amanece en Edimburgo”) dirige un “biopic” de Elton John, oscuro en el tratamiento del personaje y absolutamente deslumbrante en el apartado musical.
Una serie que trata, en clave de “thriller”, temas de actualidad política como los informadores y la desconfianza entre servicios secretos amigos, el auge de movimientos populistas de derechas o la injerencia de Rusia.
Esta ópera prima húngara de animación adulta fue una de las grandes sorpresas en el pasado Festival de Sevilla de cine europeo, donde obtuvo dos premios.