La respuesta al calentamiento global y la creciente demanda de energía le dan una nueva oportunidad. Gran Bretaña levanta la suspensión “de facto” que mantenía desde los años ochenta.
El uso de biocombustibles, como alternativa a los derivados del petróleo, ha recibido un fuerte impulso en el último año merced al elevado precio del crudo.
Nicholas Kristof sostiene en "International Herald Tribune" (14 marzo 2005) que las alarmas exageradas han dañado la credibilidad del movimiento ecologista.