Woody Allen vuelve a explorar la condición humana, ahora a través de un profesor de filosofía desencantado de la vida que de repente se entusiasma con una causa.
Un psicólogo ayuda a un hombre a sacar a la superficie los recuerdos reprimidos de un crimen inconfesable. Gruesos brochazos ideológicos y el recurso artificioso a pistas falsas lastran el argumento.