Eduardo Mendoza ha reunido tres relatos breves que vuelven a explotar esa vena disparatada y humorística que está muy presente en su trayectoria literaria.
Se traduce del catalán este libro en el que la autora evoca recuerdos de su infancia junto a sus impresiones sobre los cambios que se han producido en la zona limítrofe de Aragón y Cataluña en los últimos decenios del siglo pasado.
Alegoría en la que se conjuga el mito clásico de la relación entre los vivos y los muertos con una acción de thriller y una buena dosis de costumbrismo napolitano.
Georgi, un joven que entra a formar parte de la guardia personal del zar de Rusia, Nicolás II, revive, muchos años después, los dramáticos sucesos de la Revolución rusa. Novela con muy poca sustancia narrativa, a pesar de estar ambientada en unos sucesos de gran importancia histórica.
Von Doderer describe las postrimerías del imperio austrohúngaro en la ciudad de Viena, una voluminosa crónica de la asombrosa y sencilla complejidad y trabazones de la vida.
Esta novela corta de Henry James sigue ejerciendo la misma fascinación hoy que en 1888, cuando se publicó. La historia de un editor que se hospeda durante varios meses en el palacio veneciano de una anciana señora y su sobrina sirve a su autor para exhibir su ya acostumbrada destreza en la caracterización psicológica de los personajes.
En este libro, se reúnen algunos textos en torno a la creación literaria y al papel de los escritores, en los que Pujol aporta su experiencia como lector, como estudioso de la literatura, como escritor y como crítico.
Astrid, una mujer anciana, que apenas ha salido de su pueblo, se encuentra con Veronika, mucho más joven, que se ha instalado temporalmente en una casa paredaña con la suya para terminar una novela. A partir de este encuentro fortuito, se irá desarrollando la amistad entre ambas mujeres, que arrastran un pasado bastante trágico que se van desvelando mutuamente.
Sobresaliente primera novela de la autora, una sudafricana que vive en California. Ambientada en Johannesburgo en 1966, está bien escrita, tiene personajes poco comunes, es emocionalmente intensa y honrada en su presentación de los conflictos.
Voluminosa recopilación de cuentos de Mavis Gallant, gran dama de las letras canadienses. El principal motivo de sus cuentos es ese exilio interior que ella experimentó voluntariamente cuando abandonó su tierra.
La nueva novela de Dan Brown es un pataleo contra el misterio, una tergiversada versión moderna del “seréis como dioses”, que puede resultar entretenida, si no se la toma en serio.
Vigorosa denuncia del racismo mediante una historia de linchamiento que recuerda a Matar un ruiseñor; pero el énfasis en el mensaje le resta valor literario.
Belén Gopegui aborda cuestiones contemporáneas con las que pretende lanzar un dardo a las conciencias de los lectores actuales. La obsesión por transmitir un mensaje ideológico determinado vuelve a ahogar sus valores literarios.
En esta obra se aprecia el buen conocimiento de la ciudad del Tajo y de la cultura portuguesa del autor, quien busca el alma lusa también en los mitos, símbolos, misterios y leyendas.
Alexandre Dumas, conocido y leído hasta hoy mismo por Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo, escribió también algunas novelas cortas tan jugosas, directas y amenas como Los hermanos corsos.
Amenísimo blog y diario cuya existencia el autor justifica, siempre con ironía y humor, en un “Aviso para navegantes” de la blogosfera y de los procelosos mares literarios.
Buena novela juvenil, construida con personajes reales casi todos. La narradora es Cornelia van Rijn, hija de Rembrandt, que se queda sola con un padre gruñón y convencido de que pinta por inspiración divina.