Auster cuenta cuatro biografías del protagonista, cada una determinada por distintas opciones y circunstancias casuales. Un recurso excesivo, que no está justificado por el desarrollo del personaje.
Auster vuelve a abordar diferentes recuerdos de su vida. En esta ocasión habla mucho de su infancia, de su afición al cine y de sus primeros pasos como escritor.
Ya en su anterior obra, Viajes por el Scriptorium, se apreciaba en Paul Auster una reiteración argumentativa y estilística, a partir de asuntos relacionados con la metaliteratura. Un hombre en la oscuridad subraya este cansancio.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Para aceptar las cookies pulse el botón de aceptación. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí.