“Durante todos los años en que seguí recibiendo premios -escribe el austriaco Thomas Bernhard (1931-1989)-, fui demasiado débil para decir que no. Mi carácter tenía en eso, pensaba siempre, una gran deficiencia. Despreciaba a los que daban los premios, pero no rechazaba estrictamente los premios. Todo era repulsivo, pero yo me encontraba más repulsivo que nadie. Odiaba las ceremonias, pero participaba en ellas, odiaba a los que daban los premios, pero aceptaba las sumas de dinero”.
Reúne este libro, inédito, una serie de textos que Bernhard, con un humor corrosivo, dejó preparados para su publicación. En ellos aparecen sus reflexiones personales y sus intervenciones públicas a propósito de los premios literarios ...
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