El director de Moulin Rouge hace una película “como las de antes”. De larga duración, con trama “bigger than life”, en un marco de proporciones épicas, y contenedora de una apasionada historia romántica.
Esta pequeña y emotiva película va por libre y sin complejos, y dice alto y claro cosas sobre el influjo benéfico de la familia, la defensa de la vida del no nacido y la belleza de la fe cristiana.
Gansel ya demostró en “Napola” su interés por los jóvenes y la atracción que pueden ejercer en ellos las ideologías totalitarias. En “La ola” vuelve a abordar el tema, pero en un contexto contemporáneo.
Un hombre que tiene cuanto se pueda desear en la vida, a los 42 años arroja todo por la borda en un estallido de amargura. Becker plantea muchas preguntas e invita al espectador a que las conteste.
La danesa Susanne Bier (Hermanos, Después de la boda) emprende la aventura americana con un guión de Allan Loeb, cuya temática no se aleja de las constantes de su filmografía.
Comedia amable en que Jack Nicholson y Morgan Freeman interpretan a dos hombres muy distintos a los que queda un año de vida y deciden compartir una lista de cosas que hacer antes de morir.
Película sórdida y violenta, ambientada en la Nueva York de los años sesenta, en torno a dos antagonistas: un policía y un gangster dedicado al narcotráfico.