Una empleada extranjera de la mayor panadería de Jerusalén muere en un atentado y nadie la echa en falta. Una farsa de buen nivel, en ocasiones premiosa y reiterativa.
La amistad entre el dueño de una ferretería bonaerense y un inmigrante chino propicia una historia a ratos brillante, pero también alargada innecesariamente con material de relleno.
En un país africano en cruenta guerra civil, la radio llama a la matanza de blancos, pero una mujer se niega a huir. Personajes poco definidos y una discutible manera de cerrar la historia deslucen el interesante argumento.