Cada vez más estados norteamericanos permiten a los escolares cursar algunas asignaturas fuera de sus colegios, casi siempre a través de plataformas “online” de gestión privada o pública.
En China, los chicos tienen que ir al colegio que les corresponda por su domicilio, pero muchas familias se las ingenian para conseguir plaza en los mejores centros.
La nueva ley de educación italiana da más autonomía a los centros públicos y permite a las familias deducir de sus impuestos una parte de sus gastos en enseñanza, aunque lleven a sus hijos a escuelas no estatales.
Mientras Nevada adopta la pionera fórmula de las cuentas de ahorro para educación, Wisconsin impulsa la autonomía de las escuelas y amplía el programa de cheque escolar.
Los datos presentados en un reciente informe demuestran el ahorro público que suponen los centros concertados, que durante la crisis han reducido su porcentaje de alumnado.
Al igual que las “charter schools” en EE.UU., los colegios públicos de gestión autónoma en Inglaterra han logrado equilibrar el derecho a elegir y la equidad.
El proyecto de la LOMCE trae dos novedades principales: flexibiliza la etapa secundaria para facilitar el acceso a la FP, y establece un mayor control en la evaluación de las asignaturas troncales.
La ciudad adopta una idea propuesta por un joven inmigrante chino, por la que cada familia recibirá una lista de al menos seis escuelas entre las que escoger.
Para que la libertad de elección cumpla su objetivo, los padres tienen que tener información sobre los proyectos educativos y los resultados de los colegios.