Un gran objetivo de los dirigentes del sector educativo católico en Francia ha sido en los últimos años mantener la identidad propia, en parte debilitada al tener bastante resueltos los problemas económicos con los contratos de asociación con el Estado, introducidos por la ley Debré de 1959. Protagonizó esa tarea el secretario general Éric de Labarre, que deja paso ahora a Pascal Balmand, tras la celebración de un importante congreso en Vicennes el primer fin de semana de junio. El
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