"Biodiversidad" es una palabra que hace furor desde la convención internacional firmada en la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, 1992). Pero entre lo que suelen decir los titulares periodísticos y lo que sabe la ciencia hay un buen trecho. En la sede de la UNESCO en París se ha celebrado, del 5 al 9 de septiembre, un foro en el que los científicos han matizado algunos tópicos sobre la biodiversidad (Le Monde, 14-IX-94).
La Santa Sede y otros países han sido presentados como los "intransigentes" en la Conferencia de El Cairo por negarse a aceptar "fórmulas de compromiso" sobre el derecho al aborto. El compromiso consistía en decir, por una parte, que el aborto no debe ser estimulado como medio de planificación familiar; y por otra, que los gobiernos deben considerar el aborto "inseguro" como un problema importante de salud pública, lo cual supone implícitamente que bastará legalizarlo para que sea seguro.