Los motivos que alentaron la eutanasia en el nazismo se parecen a los que están detrás de leyes actuales para poner fin a la vida de algunos enfermos graves.
Aumentan las muertes por suicidio asistido, y también las dudas sobre que el sistema esté haciendo todo lo posible por resolver los verdaderos problemas de estos pacientes.
Vermont se convierte en el cuarto estado en legalizarlo, después de un debate centrado en las garantías para que no se deslice a la eutanasia involuntaria.
Ante el envejecimiento creciente de la población, hay que establecer pautas asistenciales que permitan a los mayores sentirse cuidados, sin percibirse como una carga.
El Tribunal Superior de Dublín se opone expresamente a la implantación del derecho al suicidio asistido, tras la demanda interpuesta por una enferma de esclerosis múltiple.
La comisión Sicard entrega a Hollande su informe sobre el fin de la vida, reclama el desarrollo de la medicina paliativa y abre la puerta a debatir el suicidio asistido.
Una encuesta a médicos que han asistido a pacientes terminales muestra que adoptan medidas que pueden abreviar la vida, pero las demandas de eutanasia son raras.
A punto de votarse una propuesta de suicidio asistido en Massachusetts, un discapacitado de nacimiento advierte de la presión que ejerce el entorno de los pacientes sobre su libre elección.
La asamblea de la BMA rechaza adoptar una postura “neutral” ante la posible legalización del suicidio con cooperación médica, y propone que se dé asesoramiento independiente a las mujeres que se plantean abortar.
Lo que Luis Montes defiende y practicaba como sedación terminal no es lo que entienden el organismo representativo de los médicos y los especialistas de paliativos.