La Cumbre Escarlata

PÚBLICOJóvenes-adultos

CLASIFICACIÓNViolencia, Sexo

ESTRENO16/10/2015


Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 80/15

Nueva York, a principios del siglo XX. Hija de un rico constructor, Edith Cushing es una joven escritora que intenta publicar su primera novela, una historia de fantasmas que resulta superficial a todos los editores. Un día, Edith se enamora de un apuesto y misterioso noble inglés, sir Thomas Sharp (Tom Hiddleston), cliente de su padre, que ha llegado a la ciudad con su hermana Lucille (Jessica Chastain), en busca de financiación para sus inventos y negocios.

Como casi siempre, en su nueva película, Guillermo del Toro ( Mimic, Hellboy, El laberinto del fauno) introduce cuatro o cinco escenas de siniestro terror telúrico, al estilo de los escritores estadounidenses Edgar Allan Poe y H.P. Lovecraft. Pero, en realidad, esta vez el cineasta mexicano ha intentado más bien imitar el terror gótico del californiano Tim Burton, sobre todo en películas como Sleepy Hollow o Sweeney Todd.

Del Toro consigue resultados excelentes en lo referente a planificación, ambientación, fotografía, vestuario, efectos visuales… Pero esas cualidades formales no logran insuflar vida e intensidad a un guion convencional y epidérmico, cuyos principales elementos narrativos ya han sido desplegados mil veces por otros cineastas, y con mejores resultados, además sin necesidad de recurrir —como sí hace Del Toro— a la sanguinolencia gore, ni al histrionismo interpretativo, ni a un bobo exhibicionismo sexual, que rompen el elegante tono general del relato. En fin, una fallida superproducción de terror gótico, memorable por fuera y olvidable por dentro.

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