Por imperativos económicos, China puede permitir tener dos hijos a todas las parejas, aunque ahora deberá convencer a muchas familias urbanas reticentes.
Tal como ya sucede en algunas urbes de EE.UU., los latinoamericanos de altos ingresos están abandonando las periferias y regresando al centro de las ciudades.
El problema más amenazante para el futuro de la Unión Europea es del que menos se habla: la escasa natalidad. A no ser que los puestos vacíos sean ocupados por esos inmigrantes a los que hoy se intenta parar los pies.
El gobierno chino ha suavizado un poco las restricciones a la natalidad, permitiendo un segundo hijo a más parejas, pero no ha renunciado al control de la población.
El Extremo Oriente es la parte del mundo que más deprisa envejece. Estos países se enfrentan de súbito a problemas como los de Occidente pero sin que sus sistemas de protección social estén preparados.
Cuando se habla del mundo islámico se suele destacar su empuje demográfico. Sin embargo, los países de mayoría musulmana están experimentando una fuerte caída en su tasa de fecundidad.
Un disidente chino ciego que encabezó las protestas contra la política del hijo único y otros abusos, ha puesto en un brete al gobierno chino y al de Estados Unidos.