Si hace años el concepto de madre soltera se relacionaba con adolescentes en etapa escolar, ya no es así. La “nueva” madre soltera en EE.UU. tiene más de veinte años.
El informe oficial sobre los asilos para mujeres jóvenes en Irlanda, dirigidos por religiosas, desmiente la imagen negra que se había difundido. Las “hermanas de la Magdalena” no eran como se las pintó en el cine.
Una dirigente laborista critica el clima de sexualización de los menores en Gran Bretaña y pide a los padres que se impliquen más en la educación de sus hijos.
Las protestas masivas contra las violaciones en la India han llamado también la atención sobre la primera muestra de desprecio por la mujer: los abortos selectivos de niñas.
Últimamente se han publicado en EE.UU. algunos libros de mujeres que se lamentan de la situación de los hombres. Si antes se quejaban de la dominación, ahora de la falta de carácter. Pero el nuevo hombre también se implica más en casa.
Anne-Marie Slaughter, profesora de relaciones internacionales en Princeton y mujer de convicciones feministas, ha causado conmoción con un artículo en que reflexiona sobre su experiencia en un alto cargo político, del que dimitió para atender a su familia.
Atender a la familia sin perder terreno en el trabajo es difícil, pero mucho más para una madre que para un padre. Ante un problema tan persistente como este, quizá habremos de pensar que hay algún error de planteamiento.
“Es niña”, documental de Shadowline Films, ilustra el modo en que se practica el feminicidio de niñas en China y la India. Ecografía y aborto seguro se están utilizando a gran escala para eliminar a millones de niñas.
El modo en que algunas feministas han tratado a Josefina Vázquez Mota y a Laura Bush lleva a pensar si el movimiento feminista se aleja de la igualdad.
Antes de proclamar que la revolución sexual es lo mejor que les ha pasado a las mujeres, las feministas deberían pararse a contestar algunas preguntas.
Los datos sobre el tiempo que dedican mujeres y hombres a la profesión y a la familia muestran que la conciliación no es un problema solo de ellas, aunque lo acusan más.
El feticidio femenino es una práctica común en países asiáticos, pero ahora se está extendiendo también a Occidente, y no solo entre comunidades de inmigrantes. La lógica pro-choice se ve obligada a decidir entre rechazar en este caso la libre elección o ser coherente hasta el final.