Migraciones

Un estudio de la Universidad de Harvard constata que la idea que muchos tienen del volumen de inmigrantes en sus países no casa con las cifras reales.
El problema ya no es la “explosión demográfica”, sino el déficit de nacimientos en distintas regiones del mundo.
Aunque la gran manifestación del 25 de abril en Berlín fue motivada por una agresión callejera, la mayoría de los recientes casos de antisemitismo se han dado en escuelas y están relacionados con el incremento de alumnos musulmanes.
Si saben el idioma, la principal desventaja de los alumnos de origen extranjero es el inferior nivel socioeconómico.
La Iglesia católica de EE.UU. reclama una solución justa al tema de los jóvenes inmigrantes indocumentados o “dreamers”, dice a Aceprensa el obispo de Lexington, John Stowe.
Los discursos populistas antiinmigración no resolverán un problema demográfico que depende de las parejas europeas.
Si se mantienen las tendencias demográficas actuales, la inmigración no podría compensar la reducción de la población nacional.
Un informe de la OCDE resume algunos de los obstáculos que persisten en la movilidad intergeneracional de los hijos de inmigrantes en la Unión Europea.
Un informe del Banco Mundial pronostica que 2017 cerrará con un incremento en el volumen de las remesas internacionales.
Si el Congreso no regula en seis meses la situación de los jóvenes indocumentados que llegaron siendo niños a EE.UU., las deportaciones pueden pasar a ser más que una amenaza.
Decenas de miles de trabajadores de Europa oriental que llegaron al oeste tras la ampliación de la UE, regresan a sus países de origen impulsados por motivos económicos y familiares.
Una encuesta en cinco países del viejo continente ofrece un panorama general positivo. Los puntos flojos son la educación y el mercado laboral. Otros estudios arrojan más sombras.
Sin ellos, la población de la UE se reduciría en 40 millones de habitantes en las próximas tres décadas.
InfoMigrants, una plataforma trilingüe creada por tres agencias de prensa europeas, ofrece información valiosa a las personas que huyen de los países en conflicto.
Según la ACNUR, el pasado año unos 65,6 millones de personas vivían lejos de sus lugares de origen, empujadas por las guerras, la persecución y las violaciones de los derechos humanos.
El grupo de trabajo conjunto entre la Iglesia católica y el Consejo Mundial de Iglesias ha reforzado su sintonía en estos temas en una reunión celebrada en Dublín.
La crisis económica y la emigración pueden moldear desfavorablemente el futuro de varios países de la UE.
Impedir que sean autónomos y productivos es otro modo de convertirlos en víctimas.
Las políticas contra inmigrantes no son patrimonio exclusivo de algunos países ricos.

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