La imagen del “fontanero polaco” como encarnación de una ola de trabajadores de Europa del este que “invadiría” a los países europeos más desarrollados y asfixiaría sus mercados laborales, caló en parte del público francés en 2005, ante el referéndum sobre el proyecto de Constitución Europea. Según se demostró muy pronto, sin embargo, la labor del fontanero venido del este era necesaria. Y la del médico, y la del constructor, y la del ingeniero informático… En algunos sitios ya se
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