Un presidente decide dejar sin amparo a un buen número de refugiados somalíes. Contra la orden gubernamental, un juez emite su dictamen: el mandatario tiene que dar marcha atrás en su propósito y dejar tranquilos a los refugiados. Y el nombre del presidente es… Sorpresa: no es Donald Trump. Se trata del jefe de Estado de Kenia, Uhuru Kenyatta, que decretó el cierre del campo de refugiados de Dadaab, albergue de unos 300.000 civiles somalíes que han escapado de la
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