Los argumentos que han convencido a la mayoría de los californianos para aprobar la enmienda constitucional que define el matrimonio como unión de hombre y mujer.
Estados Unidos, único país del mundo donde el matrimonio homosexual se ha sometido a plebiscito, el veredicto de los electores ha sido siempre negativo.
El día en que los estadounidenses eligieron presidente a Barack Obama, también se pronunciaron sobre 153 propuestas sometidas a votación en 36 estados. Se aprobaron las tres que prohíben el matrimonio homosexual y se rechazaron las tres que habrían impuesto restricciones al aborto. Un estado eliminó la discriminación positiva, y otro legalizó el suicidio con cooperación de un médico.
La Comisión Canadiense de Derechos Humanos rechaza una demanda contra una revista católica a la que habían acusado de provocar odio a los homosexuales.
Una de las reclamaciones de las organizaciones homosexuales es el derecho a adoptar niños. Pero la voz que no suele oírse es la de los hijos criados en ese ambiente. Dawn Stefanowicz tuvo esa experiencia, y la ha relatado en un libro.
La decisión judicial a favor del matrimonio gay va en contra de lo aprobado en referéndum por los californianos en 2000 y reaviva esta cuestión cara a las elecciones presidenciales.
Desde hace casi dos años, Bélgica permite que las uniones homosexuales adopten niños. Hasta ahora, esta disposición es papel mojado, porque no se ha encontrado nadie dispuesto a entregar niños en adopción a tales parejas.
Datos recientes de Estados Unidos muestran que las infecciones con el virus del sida vuelven a subir rápidamente entre los homosexuales, sobre todo los más jóvenes, tras varios años de declive.
A favor del reconocimiento legal de la paternidad compartida para las parejas homosexuales, se aducen estudios que, según dicen, prueban que los niños criados por ellas son tan felices, sanos y buenos estudiantes como los criados por madre y padre casados. La periodista Dale O’Leary examina esa tesis en un reciente libro.
El movimiento homosexual colombiano impulsa una estrategia por pasos para llegar a la equiparación completa con el matrimonio y a la posibilidad de adoptar niños para las parejas del mismo sexo.