Las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la financiación de las pensiones en España han sido transformadas por el Gobierno en un mensaje de miedo a los jubilados: "Quieren rebajaros las pensiones". Pero, como señala Alberto Recarte en El País (Madrid, 22-X-94), el verdadero problema que deben afrontar los políticos es la reducción del gasto público y la creación de empleo, ya que las pensiones no son altas.
A propósito de una campaña organizada en España para que el Estado dedique el 0,7% del PIB a la ayuda al desarrollo del Tercer Mundo, Mario Vargas Llosa sostiene que hay métodos más eficaces para aliviar la pobreza de los países subdesarrollados (El País, Madrid, 10-X-94).
En los años de crecimiento económico sostenido, los Estados gastaron alegremente para ampliar los sistemas de protección social. Pero la recesión actual tiene el efecto de multiplicar las demandas de protección y de limitar los recursos, públicos y privados, para satisfacerlas. Estas presiones, agravadas por el envejecimiento de la población, obligan a los países de la OCDE a revisar sus políticas sociales. Edwin Bell, experto de la OCDE, explica este cambio que aparece reflejado en el reciente informe sobre Las nuevas orientaciones de la política social (1).
¿El librecambismo sería hoy una amenaza para los países desarrollados? Así lo dicen algunas voces, que achacan la pérdida de empleos en Occidente a las importaciones procedentes de países con bajos salarios y escasa protección social. A esto responde Alain Madelin, ministro francés, en un artículo publicado en Le Monde (24-VI-94).