El volumen final de la trilogía tiene una acción mínima y está lleno de digresiones que pueden hacer abandonar al lector impaciente o entusiasmar a los fieles de Marías.
Tras el éxito de Cometas en el cielo, el escritor afgano vuelve a tomar la trágica historia reciente de su país como escenario de una novela, esta vez centrándose en la situación de las mujeres bajo los talibanes.