Julio de 1979. Durante un animado fin de semana, la inteligente Albertine (Lou Alvarez), de diez años, sus padres (Julie Delpy y Eric Elmosnino) y sus numerosos familiares cercanos se reúnen en una casa de Bretaña para celebrar el 67 cumpleaños de la abuela paterna de la niña (Bernardette Lafont). El tema de moda en todo el mundo es la posible caída a la Tierra del satélite estadounidense Skylab. Pero durante la reunión familiar se debatirán otros asuntos políticos, sociales y humanos del momento, que irán mostrando las variadas opiniones de los personajes.
Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián 2011, esta nostálgica y abigarrada comedia coral, de claros tintes autobiográficos, confirma las cualidades como guionista y directora de la actriz francesa Julie Delpy, ya apuntados en 2 días en París, La condesa y 2 días en Nueva York, sus anteriores largometrajes tras la cámara. En este sentido, la película goza de un fresco ritmo narrativo, unas interpretaciones excelentes y un equilibrado tono tragicómico –con guiños al cine campestre de Jean Renoir, Bertrand Tavernier y Jean Becker–, que logra acercar los personajes al espectador.
Sin embargo, el conjunto se resiente gravemente de un desarrollo episódico y acumulativo –necesariamente artificioso–, y, sobre todo, de una mirada demasiado ideológica, extremadamente complaciente respecto a la revolución social y sexual de Mayo del 68 –esa penosa secuencia en la playa nudista, esas frívolas bromas obscenas delante de los niños…–, y descaradamente tramposa en su cruel caricatura de los personajes más conservadores, todos ellos perfilados con trazos muy gruesos.