El relevo de Raúl Castro al frente del Partido Comunista no implica un cambio de era ni un paso hacia la democratización: se va, pero “estará bien al tanto de todo”.
A semejanza de los animales amaestrados que, al ser puestos en libertad, no se adaptan a ella, algunas personas que han vivido bajo dictaduras comunistas manifiestan nostalgia del sistema.
Por decisión de Stalin, los ucranianos sufrieron a principios de los años 30 una atroz escasez de alimentos, que causó millones de muertes y que aún envenena las relaciones entre Moscú y Kiev.
Los disidentes checoslovacos arriesgaron su vida reclamando la transformación del totalitarismo comunista en un régimen como el que los estudiantes occidentales rechazaban.
En el bicentenario del filósofo alemán, convertido en icono y bandera de ideologías socialistas, conviene analizar de cerca algunos de sus hallazgos y ambigüedades.
Los estudiosos de Marx discrepan sobre su legado: para unos, el filósofo no es culpable de los desmanes de las tiranías comunistas del siglo XX; para otros, son la consecuencia lógica de su pensamiento.