Dos adolescentes, Mark y Margaret, viven cada uno en un bucle temporal, en un día interminable al que quieren buscarle los instantes más significativos.
A pesar de la espectacularidad de algunas batallas, esta actualización de “El Cid Campeador” es una producción marcada por errores en el “casting” y el guion.
El estadounidense Andrew Patterson sorprende con esta singular opera prima, un sólido ejercicio de estilo, que genera una escalofriante atmósfera de terror espacial.
El Bergman inquieto y profundo, buscador, está representado por esta gran película estrenada en 1957, premio especial del jurado en el festival de Cannes.