La trama de esta comedia sigue la del cuento, a golpe de canciones. Lo esencial es el giro dado a los detalles, lo que empieza a ser un tópico en nuestros días: el reino, sus costumbres son rancios y anticuados, hace caricatura de algunas de ellas y les reprocha descaradamente, en pleno siglo XVII, no tener la mentalidad del siglo XXI.
Pilota el proyecto, como directora y guionista Kay Cannon, responsable de las tres entregas de Dando la nota, con las que tiene mucho en común. Se inspira también en el musical Into the Woods
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