La adaptación de la novela de Ian McEwan es una película turbia, adulta, densa y premiosa. La salva Saoirse Ronan con su interpretación de una joven recién casada incapaz de afrontar la noche de bodas.
Un documental adulto, duro y algo desasosegante pero de una calidad cinematográfica sobresaliente y de máximo interés para quienes trabajan en el mundo de la moda.