La Marcha contra el Trabajo Infantil está pasando por diversos países para sensibilizar a la opinión pública. Pero el modo de abordar la cuestión no puede perder de vista las condiciones de los países donde se produce y las aspiraciones de los niños que trabajan. En un artículo publicado en el Daily Telegraph (4-V-98), Duncan Green, autor del libro Hidden Lives: Voices of Children in Latin America and the Caribbean, señala que, aunque la explotación debe ser combatida, muchos niños están satisfechos de poder ganarse la vida y desean que se reconozcan sus derechos. (Ver también los servicios 36/97 y 153/97, sobre las conferencias internacionales de Amsterdam y Oslo dedicadas a este problema).
Richard Morin y Megan Rosenfeld comentan en International Herald Tribune (23-III-98) los resultados de una encuesta realizada en Estados Unidos sobre la compatibilidad de la familia y el trabajo de hombres y mujeres.
Se espera que la Convención sobre los Derechos del Niño contribuya a mejorar la situación de los niños en todo el mundo. Pero muchos temen que, de hecho, la aplicación se traduzca en un debilitamiento de la familia.