La alianza entre el deporte y las marcas de moda se ha convertido en una estrategia destacada de diferentes países en los Juegos Olímpicos de Londres. Sin embargo, los diseños que lucirán los olímpicos españoles han suscitado numerosas críticas.
Mientras la fabricación textil extranjera empieza a emigrar de China por el aumento de costes salariales, los chinos lanzan sus propias cadenas en el extranjero.
Recién apagados los focos de la última edición en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, hay que preguntarse cómo la moda española puede alcanzar más proyección internacional.
“Por fin tengo un Versace”, comentaban jóvenes que habían pasado la noche haciendo cola ante la tienda de H&M para no perderse la oportunidad. Esta alianza entre el diseñador de lujo y la gran cadena de distribución está siendo un éxito de ventas.
Parece un contrasentido que algo tan basado en la renovación continua como es la moda haya encontrado un nuevo filón en el rescate de la ropa usada de otras épocas.
El artículo vintage responde a una prenda, utilizada previamente o no, con unas características muy marcadas en su diseño que la hacen perteneciente a una época concreta de manera auténtica.
En una sociedad tan comprometida con la defensa del estándar más alto de la dignidad humana, frecuentemente se pasa por alto que el respeto al propio cuerpo forma parte de esa dignidad. La autoridad no debe legislar la moda, pero sí puede exigir decoro en el modo de vestir en el espacio público.
La industria de la moda se plantea cómo implicar a la gente en un plano emocional. El foco de atención se ha desplazado desde el producto a las emociones suscitadas por la experiencia del consumo y la apropiación de los objetos de moda.
El papel de la moda en el cine no se reduce a los vestidos de la alfombra roja. El vestuario cumple una función narrativa fundamental en las películas.
Los iconos extravagantes de la moda, como Lady Gaga, han servido de modelos para diseñadores, y las pasarelas han reproducido las tendencias que marca.
¿Quién define las tendencias? ¿El diseñador se inspira en la calle o la calle en el diseñador? La cuestión debatida remite a la palabra clave: innovación.
La industria de la moda recurre cada vez más a Internet, a los nuevos teléfonos inteligentes y los tablets para dar a conocer sus colecciones y animar a la compra.